martes, 17 de marzo de 2015

Cómo ahuyentar clientes con un simple cartel

La promoción en el punto de venta es clave a la hora de generar clientes. Todos lo saben. Sin embargo, en muchos casos, los comerciantes no lo aplican ni siquiera cuando hacen simples carteles que no son precisamente “imanes” para los clientes.

La comunicación es muy importante en los puntos de venta y, en numerosos casos, no demandan demasiados esfuerzos, sólo sentido común. Veamos estos cuatro ejemplo.

Nada de amenazas 

No hace falta amenazar a los clientes. Si consideras que realizan alguna práctica abusiva, como comer productos dentro del local de venta, comunícalo con carteles más amigables, menos agresivos. El resto de al gente, la gran mayoría, no lo hace y se sentirá atacada por tu cartel.


Siempre hay que estar atentos 

No basta con colocar un cartel con alguna promoción y, con el tiempo, olvidarse. Este cartel seguramente indicaba alguna oferta en el cono helado de Burguer King (8 pesos en lugar de 9), pero con el tiempo, el precio aumentó a 10 y a nadie se le ocurrió que la “economía” que se promocionaba, ya no existía. 


Las ofertas, sólo cuando sean beneficiosas 

Las ofertas que generen beneficios a los clientes deben estar comunicadas de manera clara y sólo en los casos en que sean verdaderamente convenientes para los compradores. Parece una obviedad, pero hay ejemplos como éste, en un supermercado argentino en la ciudad de Bell Ville, Córdoba.


La imagen lo es todo 

Son detalles, pero tu marca debe estar asociada a hechos positivos que tengan que ver con lo que quieras generar en tus clientes (actuales o potenciales). Que una aerolínea promocione sus aviones apuntando hacia abajo, como en la escalera de este centro comercial, no es un buen detalle.


fuente:Pablo Petovel, periodista argentino

lunes, 16 de marzo de 2015

Disney: un sueño que sobrevivió a los fracasos


Pensar en Disney nos remite inmediatamente a imaginar un mundo mágico. Muchas generaciones –nuestros abuelos, nuestros padres, nosotros- han crecido viendo sus dibujos; personajes que se han vuelto parte de la cultura popular y en referentes para los más chicos. Pero ¿quién diría que este imperio de Hollywood partió del sueño de un dibujante solitario y sin dinero?

Esta es la historia de The Walt Disney Company, creada por el famoso emprendedor Walter Elias Disney.

La historia de Disney

Esta compañía fue fundada el 16 de octubre de 1923 por Walt Disney y su hermano mayor, Roy Disney. En la actualidad, Disney factura más de 35.000 millones de dólares por año y es propietaria de más de 50 compañías que ha ido fundando y adquiriendo a partir de su creación.

Pero antes de que este sueño se vuelva realidad, Walt Disney tuvo que lidiar con el fracaso durante su niñez y los inicios de su compañía. Entre las principales dificultades, la cuestión económica era la que más lo asechó.

Durante su niñez, Disney no fue un buen estudiante en la escuela. A la edad de 15, consiguió un trabajo de verano vendiendo periódicos a los pasajeros del ferrocarril de Santa Fe. Pero tampoco le fue tan bien; con frecuencia le solían robar la mercancía.

A los 16 años abandonó la escuela; se dedicó a estudiar durante breves lapsos en escuelas de arte. Hasta su sueño se cumplió en 1923: comenzó a producir dibujos animados en Hollywood, asociado con su hermano Roy, y 16 de octubre de ese año, la Disney Brothers Studio firmó su primer contrato importante.

Sin embargo, ese contrato y muchos otros le fueron insuficientes para hacer frente a sus dificultades financieras. La década de los años 20’y principios de los 30’ fue una época sumamente dura, lo que incluyó la pérdida uno de sus personajes más populares (Oswald the Lucky Rabbit) y la deuda de cerca de 4 millones de dólares.


Walt Disney y su famoso personaje, Mickey Mouse.

De 1926 a 1928 hizo una serie de dibujos para Universal Pictures. ‘Willie, el barco a vapor’ producida por su compañía, supuso la aparición de su primer personaje famoso, el ratón Mickey; y el comienzo del cine sonoro en los dibujos animados.

Pero la creación que lo salvó de la bancarrota fue el largometraje ‘Blancanieves y los siete enanos’ en 1938. Este largometraje, el primero de dibujos animados de la historia, también financió la creación de los nuevos estudios de Disney en Burbank, California. De ahí se creó Pinocho (1940), Fantasía (1941), y Bambi (1942).

En las décadas de 1950 y 1960, Walt Disney Productions se convirtió en una de las mayores productoras cinematográficas. La compañía abordó la publicación de literatura infantil y comics, la mayoría de ellos protagonizados por sus personajes el pato Donald y el perro Pluto. Además también salió Cenicienta (1950), Alicia en el país de las maravillas (1951) y Peter Pan (1953).

En 1955, Walt Disney Productions inauguró un parque gigantesco, Disneylandia, en Anaheim, California. Sus reconstrucciones basados en sus dibujos y sus grandes atracciones lo convirtieron en un centro turístico. Después, en 1971, abrió sus puertas Disneyworld, cerca de Orlando, Florida.

Disney, galardonado con veintinueve premios Oscars, luchó contra un cáncer de pulmón hasta su muerte el 15 de diciembre de 1966. Pero el mundo de Disney no acabó ahí: su legado sigue fascinando a jóvenes y adultos

viernes, 6 de marzo de 2015

Un anuncio impreso que ayuda a enfriar tu cerveza


Una pieza realizada para la marca de cerveza Glacial que más allá de un simple anuncio, pretende ser útil para el usuario. Y es que sí, esta página de una revista sirve para algo: para hacer que tu cerveza se enfríe más rápido.

¿Quién no se ha dejado alguna vez la cerveza fuera del frigorífico y de repente ha necesitado enfriarla rápidamente? Pues este da una solución bastante sencilla al problema: basta con mojar la página de publicidad, envolver con ella la botella y meterla en el refrigerador. Con este método, prometen que la cerveza se enfría en la mitad de tiempo, así que podremos disfrutar de nuestra bebida mucho antes. 





miércoles, 4 de marzo de 2015

Así se verían las marcas si mostraran su verdadera pronunciación en el logotipo

Aunque en teoría tendrían que pronunciarse igual en todo el mundo, los nombres de las marcas globales tienden a cambiar o pueden sonar distinto de lo que realmente son. Sin embargo, ¿qué pasaría si de origen, las compañías escribieran sus nombres como realmente son pronunciados por todos sus consumidores?








lunes, 2 de marzo de 2015

Walt Disney: 10 frases de motivación


Cuando dicen que el creador de Mickey Mouse fue un auténtico genio, no es una exageración. Fue un revolucionario de su tiempo que hizo historia y cuya compañía sigue haciéndola. Sus ideas y acciones inspiran a todas las generaciones.

Walt Disney estableció la conocida filosofía ‘Dream Builders’ (constructores de sueños), y es por esto que muchas de sus frases tienen la particularidad de influir directamente en la motivación.

A continuación listamos 10 frases de Disney destacadas por la revista Forbes que pueden servir para levantar el ánimo o inspirar, ya sea a cumplir metas personales y hacer realidad los sueños o para buscar el éxito en los negocios.

1. “No duermas para descansar, duerme para soñar. Porque los sueños están para cumplirse”.

2. “Las ideas proceden de la curiosidad”.

3. “Mickey Mouse salió de mi mente en una libreta de dibujo, en un tren de Manhattan a Hollywood; en un momento en que la empresa de mi hermano Roy y mía estaba en el punto más bajo y el desastre parecía estar a la vuelta de la esquina”.

4. “Todas las adversidades que he tenido en mi vida, todos los problemas y obstáculos, me han fortalecido. Uno no se da cuenta de cuando sucede, pero una patada en los dientes puede ser la mejor cosa que puede suceder en un momento dado”.

5. “El valor de la fuerza de voluntad abre caminos”.

6. “Coraje es la principal cualidad del liderazgo, en mi opinión, no importa dónde se ejerza. Por lo general, implica algunos riesgos, especialmente en las nuevas empresas”.

7. “Unión para mí significa una cosa: trabajo en equipo”.

8. “Sólo espero nunca perder de vista una cosa: que todo empezó por un ratón”.

9. “La forma de empezar es dejar de hablar y empezar a hacerlo”.

10. “Nunca pude convencer a los financieros que Disneyland era viable, porque los sueños tienen poca garantía”.

Fuente: Forbes

Red Bull, una marca con alas al éxito



Para muchas escuelas de negocios, la historia de Red Bull es uno de los casos más exitosos en cuanto a marketing se refiere, pues esta marca logró crear una nueva categoría que ha conseguido posicionarse en diversas industrias del mundo.

Red Bull, valorada en 7.5 billones de dólares (según Forbes) y presente en más de 167 países, fue creada por el austríaco Dietrich Mateschitz en la década del 80, y con su aparición creó un concepto único de marketing: el de las bebidas energizantes.

Hasta el 2014, la compañía ha vendido más de 5.6 billones de latas, pero su éxito no solo radica en la venta de las bebidas; la marca ha logrado también expandir su fronteras a otras industrias, como el entretenimiento, los deportes y algunos deportes extremos.

A continuación te presentamos los inicios de esta marca pionera en las bebidas energéticas.

¿Cómo inició Red Bull?

La historia de esta marca comenzó en 1982, cuando Dietrich Mateschitz descubrió en Tailandia una bebida local que ayudaba a evitar el jet lag (descompensación horaria, en español) producido por sus viajes de negocios.

La bebida, llamada Krating Daeng (“búfalo rojo de agua”, en español), era un popular tónico que se vendía en las gasolineras tailandesas y su ingestión prevenía que los conductores se duerman mientras estaban al volante.

Pero la idea de convertir esta bebida en un producto comercial surgió tras leer un artículo en Newsweek sobre los hombres que pagaban más impuestos en Japón: no era el presidente de Sony ni el de Toyota, sino un tal ‘Taisho’ que fabricaba una bebida llamada Lipovitan.


                                                Dietrich Mateschitz, creador de Red Bull. 

Así fue como Mateschitz, pensando en aquella bebida de Tailandia, se asoció a un empresario tailandés llamado Chalerm Yoovidhya -que producía el Kratin Daeng- y entre 1984 y 1987 trabajó arduamente para crear un nuevo mercado para este nuevo producto.

Y finalmente en 1987, lanzó su versión de Krating Daeng en Europa bajo el nombre de Red Bull (“búfalo rojo”, en español), el cual fue una bebida carbonatada y menos dulce.

Si bien al principio el producto no tuvo el éxito esperado (precio más caro que las bebidas refrescantes y problemas con la embotelladora), y muchos los consideraban para el fracaso, Mateschitz salió de aquella fase de pérdidas en 1990, y tres años después se lanzó al mercado exterior: Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos, España, entre otros.

Para muchos expertos en marketing, el gran acierto de Mateschitz fue llamar a su producto “una bebida energética”, pues Red Bull se convirtió en la primera marca en rellenar este vacío en la mente del consumidor.

Además, como comentó el profesional en esta rama, Al Ries: “los nombres simples funcionan mejor cuando definen una nueva categoría”. Fue así como Red Bull aún funciona como nombre de la categoría incluso más allá de sus ingredientes.

Y pese a que la marca ha estado en algunas polémicas por cuestiones de salud, especialmente por los efectos desconocidos de la taurina que es una sustancia prohibida en varios países (en Francia estuvo prohibida por 12 años debido a la preocupación de las autoridades sanitarias), Red bull aún sigue posicionada como la marca de bebidas energizantes más vendida en el mundo, acaparando la mitad del mercado estadounidense y casi el 80% en otros países.