Para un negocio, no hay mejor publicidad que tener un
cliente satisfecho. Sin embargo, pocas empresas invierten realmente en
proporcionar tal satisfacción al consumidor.
Por ello damos a conocer 9 maneras de hacer felíz a un
cliente para lograr el éxito del negocio y felicidad del consumidor.
Seguimiento al detalle
Una de las formas para mantener a un cliente felíz y
satisfecho es estar siempre pendiente de él : saber que le gusta o le
desagrada, cómo utiliza el producto o servicio, cuándo, dónde… Se trata de
hacer un seguimiento que permita asesorarle para que el propio negocio mejore
enormemente con el producto.
De tal modo que este seguimiento asegura, no solamente la
fidelizacion, sino mejorar la confianza de los clientes. No se trata de las
insoportables encuestas telefónicas sino de cuidar al mínimo los detalles.
Uno puede estar en el mejor Spa de Lima, pero si el aire
acondicionado está muy alto, la sillas son incómodas o el ruido es
ensordecedor…entonces no se cumplirá con aquello que se busca : lograr
arrancarle una sonrisa al cliente.
Entregar más de lo que se promete
Da igual si se trata de aminorar el tiempo de espera, bajar
el precio, ofrecer servicios añadidos que el cliente valore, entregarlo a
domicilio, etc; se trata de ofrecer todo lo que contribuya a brindar más valor
final para el cliente siempre esté satisfecho.
Para ello no se debe escatimar esfuerzos en ello. No se
trata de coger un asado, freírlo a la plancha, echarle la salsa, cocinar papas,
preparar ensaladas y colocarlo delante del cliente.
Se trata del servicio al cliente, es decir, de la atención
que se le brinde al llegar al local, la ubicación de la mesa, la música, el
olor del restaurante, la luz, el tiempo de servicio…todos estos factores suman
puntos para la exclusividad y la perfección. Al final se tiene la satisfacción
del cliente.
Resolver los problemas de forma inmediata
Quizás por equivocación, desconocimiento o dudas al
utilizarlo, existirán siempre problemas con los productos por lo que se debe
estar alerta para dar una respuesta rápida y efectiva.
Si el cliente tiene problemas al usar el producto o descubre
errores en el mismo, es un cliente insatisfecho y dolido por haber errado en la
compra. Y si se toma una mala decisión se debe disculpar inmediatamente y
arreglarlo todo.
No se debe buscar excusas para responsabilizar a otros de
los errores. Hay que ser responsable y reconocer que hasta las mejores familias
hay errores.
Poner atención al máximo
El emprendedor debe asegurarse de anticiparse a las
necesidades del cliente para conocer sus expectativas y el estilo de
comunicación. Por ello los especialistas del marketing recomiendan adoptar
ciertos patrones y hábitos de sus consumidores. como enviar emails o hasta una
simple llamada telefónica.
También es clave darse cuenta qué es importante para el
cliente. Por ejemplo, si cada viernes pregunta por los show musicales que habrá
el fin de semana en el local, hay que responderle el sábado por la mañana antes
que se acerque al restaurante para indagar.
Dedicar tiempo a mejorar el producto
Se debe establecer cierto tiempo a la semana (por horas, por
ejemplo) a investigar e interiorizarse en nuevas tecnologías y prestaciones
para innovar el servicio o producto. Además uno puede plantearse reuniones
periódicas de creatividad con los trabajadores de la empresa.
A fin de cuentas se trata de convertir la atención al
cliente como parte de la política de tu empresa. Un factor qué considerar para
mejorar los estándares de calidad y el desarrollo de nuevas normas para la más
exclusiva atención del consumidor.
Ofrecer nuevas vías de contacto
No todos los clientes desean ser llamados por teléfono, así
como tampoco querrán volver al negocio para resolver un problema. Por ello se
debe brindar a los clientes la mayor cantidad posible de opciones para comunicarse
con ellos.
Se debe recordar que los clientes desean que sus preguntas
sean resueltas lo más pronto posible por estos medios. Por eso no conviene
crear perfiles en las redes sociales si no se cuenta con el personal adecuado
para mantenerlos.
Escuchar y escuchar
Muchos emprendedores buscan resolver los problemas con los
clientes lo más pronto posible. Si bien esta labor puede resultar eficiente,
hay momentos en que los clientes sólo desean ser escuchados mientras explican
la mala experiencia que tuvieron con algún tipo de producto, servicio o el
trato con los empleados..
Los especialistas en estos casos recomiendan que se les deje
hablar libremente; eso sí; escucharlos con atención y ofrecerles soluciones
prácticas. Lo más probable es que regresen en el futuro.
Recordar el nombre del cliente
Una buena idea es entrenar a los empleados para que
memoricen los nombres de los clientes. No hay sonido más agradable que lo
llamen por su propio nombre en un determinado negocio; uno se siente de algún
modo importante, muy especial.
Y es que usar los nombres de los consumidores es una forma
estratégica para lograr que se sientan también apreciados. Pero hay que tener
mucho cuidado en la forma y el tono cómo se dice. Un “Hola Carlos” podría sonar
mal educado. En general es preferible ser respetuoso con un”Hola don Carlos” o
“Buenos días Sr. Vargas”.
No contratar empleados que odien a los clientes
Se debe contratar empleados A1. La mayoría de empresas no
son cuidadosas y acaban empleando a trabajadores mediocres, que con frecuencia
se mantienen por buen tiempo trabajando y no son despedidos a tiempo.
En el mundo comercial ese tipo de empleados son llamados
“los muertos vivientes”, quienes cobran los sueldos sin aportar nada innovador.
Y son un lastre contagiante para los demás.
Por ello es un pecado seguir pagando a empleados que sólo
consumen oxígeno y ocupan . Entonces si se desea tener un buen servicio
memorable, no se debe contratar empleados que odien a los clientes.
Y según tu experiencia como consumidor, ¿tienes algún
negocio o servicio que ha logrado seducirte y convertirte en un cliente
satisfecho?
fuente:pymex
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