sábado, 26 de abril de 2014

tips magicos de marketing de Disneyland


Una de las cosas en las que Walt Disney destacó fue en el arte del marketing. Su historia es la de un verdadero emprendedor, un cuento que va de los harapos a la riqueza, y que sigue vivo para inspirar a generaciones de emprendedores y sus empleados. Desde crear su primera película animada Blanca Nieves y los 7 enanos, hasta inventar una cámara multiplanos que lo ayudó a lograr su éxito prematuro en el cine, Disney demostró que tenía una mente brillante.

Basádonos en los descubrimientos en la página de Quora, aquí hay cinco de los mejores trucos de marketing de Disneyland que todo emprendedor debería estudiar y aplicar a su propio negocio:

1. Todo tiene que ver con la perspectiva. Mira de cerca el castillo de la Bella Durmiente y empezarás a darte cuenta que algo extraño está sucediendo. Disney y su equipo usaron el concepto de la perspectiva forzada al diseñar todo el parque para que se viera más grande, incluido el castillo. ¿Cómo hizo esto? Justo como en una pintura: puedes ajustar el tamaño de las cosas y hacer que parezcan estar más cerca o más lejos.

Disney y su equipo usaron esta perspectiva forzada alrededor del parque. Por ejemplo, alternaron el tamaño de los árboles y las rocas en el Monte Cervino para que la montaña pareciera estar más grande, al igual que en los ladrillos del castillo de la Bella Durmiente.


2. Cada detalle cuenta. La siguiente vez que realices un paseo por Main Street, toma nota de los sistemas de ventilación sobre el camino de las tiendas de dulces. Estas máquinas desprenden olores muy delicados para ayudar con el estado de ánimo de la temporada. Reportaron que era un olor a dulce de vainilla todo el año, excepto en los días festivos donde llenan el aire con olores a canela.

Para tu negocio recuerda que los pequeños detalles cuentan, ¿estás prestando atención a los detalles en cada aspecto de tu negocio? Los clientes constantemente están buscando compañías que vayan mucho más allá para satisfacer sus necesidades. Desde cartas de agradecimiento escritas a mano, llamadas telefónicas de seguimiento o sistemas muy buenos de devolución pueden hacer toda diferencia.

3. Accesibilidad con un toque de exclusividad. Disney creó Disneyland para la gente. Quería que sus invitados tuvieran una experiencia increíble que adoptara los sentimientos de amor y alegría que él tenía por su lugar de nacimiento. De cualquier manera, hasta Disney sabía que aun así debería haber un ligero aire de exclusividad.

Es por eso que creó el Club 33, un privado bar clandestino escondido por el parque en la parte de Nueva Orleans. No sólo tienes que ser un miembro para tener una reservación, sino que también el club requiere de diversas cuotas (alrededor de 25,000 dólares para iniciar, además de una cuota de 10,000 dólares anuales) junto con una increíble lista de espera para unirse (alrededor de 10 años), hace de este lugar un sitio popular.


4. El compromiso de los fans. Lograr que los admiradores interactúen con las marcas es una de las estrategias más habladas en el marketing de hoy en día. Con todo el ruido de las redes sociales, ¿cómo logras realmente incluir a tus clientes, sobre todo clientes potenciales, activos en lo que estás haciendo?

Toma un consejo de Disney y empieza un alboroto orgánico que lo haga el mejor secreto “sin guardar”. Por años los fans de Disney han viajado a Disneyland y han disfrutado del parque, pero también está el subconjunto de fanáticos rabiosos que regresan al parque por alguna otra razón “escondida”. Por todo Disneyland, el equipo ha ido plantando “Mickeys escondidos” y por muchos años los admiradores de Disney han regresado para tratar de descubrir y compartir todos los Mickeys escondidos en el parque.


5. Lecciones de outsourcing. ¿Qué atractivo sería Disneyland si estuvieras parado en la fila para el Monte Cervino y una cucaracha pasara corriendo por tu pie? ¿Qué tal que estuvieras en un túnel oscuro en el paseo de Indiana Jones cuando un ratón chillara de repente y pasara por tus pies? No solamente esto asquearía a todos los visitantes, sino que causaría pánico que es potencialmente peligroso y definitivamente dañaría la reputación de la compañía. Por el otro lado, llenando el parque de fuertes pesticidas no parece tampoco una opción muy atractiva.


Disney entendió este problema, ya que lo externalizó al tener gatos locales alrededor del parque por las noches para que se hicieran cargo de los ratones y los bichos. La tradición continúa actualmente junto con otras soluciones para la peste como soltar catarinas en el lugar.

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