jueves, 16 de abril de 2015

historia de las marcas: Post-it


Para cualquiera que no conozca mucho acerca de los famosos Post-it, podría parecer impensado que detrás de la creación de un producto aparentemente simple y sencillo, se escondiera toda una historia que tuvo sus raíces en investigaciones científicas y en una afanosa búsqueda por darle sentido a un invento que, al igual que muchos en la historia, fue producto de la casualidad y el azar.

El poder de lo simple

Los Post-it fueron un invento que al igual que muchas de las invenciones que nos han precedido hasta los tiempos actuales, lograron revolucionar el mundo en su momento.

Especialmente en el ámbito laboral, los Post-it lograron convertirse en todo un hito que cambiaría la forma en que la gente se comunicaba en sus oficinas. Incluso hoy siguen siendo una manera útil y práctica de comunicarse, muy a pesar de los grandes avances que se han producido en el mundo de las TIC’s.

Lo sorprendente es que, lejos de tratarse de algo excesivamente complejo, el impacto que lograron tener estos pequeños papeles adhesivos a finales de los 70 y principios de los 80, podría ser fácilmente equiparable al de cualquier producto con un intensivo componente tecnológico.

Por supuesto, se trataba de un producto innovador. No obstante como en el caso de muchos lanzamientos exitosos, la simpleza y practicidad de los mismos, se convierten en aspectos que terminan haciendo los productos altamente útiles y atractivos, más allá de la complejidad o el alto componente tecnológico que puedan tener.

De alguna manera, Post-it fue de ese tipo de inventos que la gente al verlo no podía decir otra cosa más que: “por qué a nadie se le había ocurrido antes!”.

El doctor Spencer Silver y su experimento “fallido”

                                                            Doctor Spencer Silver

La historia de Post-it se remonta a finales de los 60 cuando el doctor Silver Spencer, científico de 3M, paradójicamente desarrolla un adhesivo suave que se pegaba ligeramente a las superficies cuando intentaba crear algo que tuviera propiedades completamente contrarias.

Spencer había hallado algo llamado microesferas. Un adhesivo que retenía su adherencia pero con la capacidad de removerse fácilmente de cualquier superficie.

En efecto se trataba de la ciencia y el componente innovador detrás de los Post-it, solo que en ese momento Spencer no tenía la más mínima idea de cómo usar o aplicar este adhesivo que recién había creado.

Para ello tendrían que pasar años hasta que, por esas cosas de la vida y también de forma accidental, un colega de Silver se encargara de responder el gran interrogante.

El hecho que este científico persistiera y no echara en saco roto su hallazgo hasta encontrarle un uso, le valdría el sobrenombre de “Señor Persistente” por parte de sus colegas.

El hallazgo del uso para el adhesivo: otra coincidencia


                                                             Doctor Arthur Fry

Así como el desarrollo de las microesferas fue un evento casual e impensado, así también lo sería la respuesta al mayor interrogante que el científico e investigador tenía.

Esta surgiría cuando Arthur Fry, otro investigador de la compañía y colega de Silver, se percató de la necesidad de usar una especie de separadores que se pudieran adherir a las páginas de los libros de coros que él y su grupo de canto usaban en las prácticas y celebraciones de su iglesia. La razón por la que esto era menester era que Fry, cada vez que separaba los cantos con tiras de papel, encontraba al poco tiempo que estos se caían fácilmente.

De esta manera acordándose de un seminario en microesferas a cargo del cual había estado el doctor Silver, Fry pudo al fin encontrar una respuesta al gran interrogante que durante años había tenido su colega al darse cuenta inmediatamente de cómo las microeferas podrían ser muy útiles en el desarrollo de este tipo de separadores.

Fry y Silver empiezan a trabajar juntos

A partir de ese momento de iluminación de Fry, ambos científicos empezarían a trabajar juntos en el desarrollo del nuevo producto. Lo interesante de esto es que además empezarían a darse cuenta del gran potencial de la idea una vez empezaron a usar estos separadores adhesivos como un medio para tomar notas. Efectivamente como diría Fry, aquello que habían desarrollado no era sólo un separador; era una forma totalmente nueva de comunicarse.

Así, decidieron hacer de la sedes corporativas de 3M el terreno de prueba para el nuevo producto que resultaría ser todo un éxito entre los empleados. Posteriormente a finales de los 70 3M decidiría lanzar el producto en 4 ciudades bajo el nombre Press ‘n Peel, solo que en este caso los resultados no fueron los mejores.

Incentivando el consumo a través del muestreo

Para que la gente conociera el producto y se familiarizara con él, 3M decidió llevar a cabo un muestreo masivo en Boise, Idaho. Este resultó ser un éxito completo en el que 90% de los que lo probaron dijeron que lo comprarían. Según Fry, Las notas se propagaron como un virus. Era un producto que se promovía por sí solo dado que las personas ponían las notas en documentos que enviaban a otras, con lo cual despertaban la curiosidad de aquellos que los recibían.

Por su parte Silver diría que al igual que pasaba con muchas innovaciones revolucionarias, la de ellos era un producto que nadie pensaba que podía necesitar hasta que se volvió imprescindible. De esta manera el producto creado por Arthur Fry y Spencer Silver debutaría en las tiendas de Estados Unidos como Post-it Notes, logrando convertirse con el tiempo en una marca ampliamente famosa no solo en Estados Unidos sino en el mundo entero y llegando a tener presencia en cerca de 150 países.

Evolución del concepto


                                                  Primera versión de las notas Post-it

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